Durante su estada en Nueva York, el presidente Danilo Medina pronunció discursos ante la Cumbre para el Desarrollo Sostenible, la 70ª Asamblea l de la ONU y ante el liderazgo de la diáspora dominicana, en todos los cuales el tema de sus intervenciones giró en torno al combate contra la pobreza.
La mención por parte del mandatario de la movilidad social desde pobreza extrema a pobreza moderada y desde ese escenario a clase media, así como el excepcional impulso a la educación, cayeron aquí en círculos de oposición política como bomba de Nepal.
El principal candidato opositor llegó a calificar esos datos de reducción de pobreza y de mejoría en los estándares educativos como “mentira imperdonable”, sin llegar a exponer ningún dato creíble o juicio razonable para sostener tan delirante condena.
He ahí otra prueba que sustenta mi reiterado pedido a que se eleve el debate electoral para que en vez de confundir al votante, partidos y candidatos se obliguen a educarlo, mediante el uso de la verdad, al menos de la expresada en cifras sobre comportamiento de la economía.
Es obvio que la oposición política objete el entusiasmo presidencial referido a la movilidad social, pero sería irresponsable promover la peregrina afirmación los niveles de pobreza extremas han subido en vez de bajar, porque obligaría también a decir que la economía no ha crecido ni un ápice.
Para determinar si la pobreza se ha reducido o si se ha incrementado, no hay que acudir a estadísticas complejas. Basta auscultar en algunos indicadores prácticos, relacionados con el consumo y la inversión, como las ferias hipotecarias y de vehículos realizadas por los principales bancos, que han colocado en esos renglones miles de millones de pesos al año, así como el incremento de un 13% del crédito bancario y de la cartera de Banca Solidaria, Promypime y Fundación Banreservas, como banco de segundo piso.
La partida a la educación básica sumará este año RD$119 mil millones. ¿Cómo decir que esa inversión no ha tenido impacto en la reducción de pobreza? El Banco Central mantuvo en 5% su tasa de referencia, porque la economía mantiene su nivel de crecimiento y la inflación interanual fue apenas de 1,71%. Otra señal de estabilidad.
Nadie ha dicho que la pobreza ha sido superada ni que ya quedó conjurada la inequidad social, pero lo imperdonable sería negar que la indigencia y la pobreza extrema han disminuido, que se ejecutan políticas públicas para impactar en la calidad de la educación y que la economía crece sanamente.
Publicado por El Nacional el 04 de octubre del 2015